El siguiente texto es un resumen del paper escrito por Héctor JM Morrás - Instituto de Suelos, INTA Castelar.
La disciplina científica que se ocupa del estudio de los suelos tiene varias denominaciones, entre ellas edafología, pedología y ciencia del suelo.
El suelo es la capa superficial natural de la Tierra. Su delgado manto poroso actúa como reservorio de agua y de carbono; filtra y regula los flujos de numerosas sustancias; constituye el hábitat de una vasta diversidad de organismos y, por ello, un reservorio de genes en su mayor parte desconocidos. Dicho brevemente: sin suelo, la Tierra no sería lo que es.
-Las plantas dependen del suelo para obtener el agua y los nutrientes que necesitan para vivir. Por esa razón, la vida animal también depende indirectamente del suelo.-
- Los suelos constituyen también un componente fundamental de la actividad económica: posibilitan la producción de alimentos. Atención: Solo una pequeña proporción de ellos es cultivable.
Visión tradicional
Se podría denominar desarrollista. Los suelos evolucionan progresivamente hacia su madurez en ambientes climáticos esencialmente estables.
Visión actual
Las concepciones ecológicas y evolutivas recientes los conciben como entidades en continuo cambio, junto con las circunstancias ambientales.
Para la ciencia del suelo, este se define como la parte externa de la corteza terrestre que fue sometida al influjo de diversos factores (o factores formadores del suelo) y resultó transformada en el medio apto para el desarrollo de la vida. Factores formadores del suelo: Son el material inicial o parental –generalmente de origen mineral–, el clima, los organismos biológicos y el relieve, que interaccionan a lo largo del tiempo. Como consecuencia de la interacción de los factores formadores, se producen numerosos procesos físicos, químicos y biológicos que alteran el material parental. Ellos pueden clasificarse en cuatro grandes grupos:
- Un corte o sección vertical del terreno pone en evidencia esa sucesión de estratos y se denomina perfil de suelo.
- La profundidad del suelo es variable según el tipo de suelo. Puede oscilar entre pocos centímetros y varios metros.
- Las capas predominantemente horizontales cuya sucesión revela el perfil se denominan horizontes y se diferencian por sus características morfológicas y su composición. Tienen colores, estructura física y propiedades químicas que difieren significativamente de los de las rocas duras y los sedimentos subyacentes. La presencia de ciertos horizontes, su morfología y demás características físicas y químicas varían según los tipos de suelo. A los efectos de la descripción de los perfiles se utiliza una nomenclatura en la que los horizontes principales se designan con las letras mayúsculas A, B, C y E, y determinadas características subordinadas se indican con letras minúsculas y números.
- Microorganismos responsables de la mayor parte de las transformaciones bioquímicas del suelo, particularmente intensa en la zona por la que se extienden las raíces de pastos y otras plantas,
- Artrópodos, lombrices, crustáceos, etcétera, que aseguran la mezcla y el transporte vertical de materia orgánica y microorganismos.
- Mamíferos excavadores, en especial roedores, que a veces no son tenidos en cuenta pero desempeñan un papel no despreciable en la formación y actividad de los suelos.
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